¿Son los test masivos una solución real contra la pandemia?


Estas semanas, las portadas de algunos periódicos, las columnas de opinión y las redes sociales no
paran de bombardearnos con información sobre el Covid-19, entre ellas las soluciones que se plantean
para poder volver a una ‘normalidad’ en nuestro modo de vida, intentando que sea una de una forma
segura y que nos ‘proteja’ de contagiar o ser contagiados.
Una de las opiniones y opciones con más fuerza es la realización de test masivos en la que por
supuesto hay profesionales de la salud que lo apoyan, y otros no.

Lo primero que creo necesario aclarar es: ¿Qué significa realizar test masivos?
Según lo que he leído, y entendido, se trata de realizar ‘test rápidos’ a toda una población en un
municipio, y por tanto de casi todo (o todo) el país, lo que supondría unos cuarenta y siete millones de
test por persona, a las que probablemente, se le deberán realizar de una forma periódica para controlar
el número de contagios.
Las personas que piden test masivos, defienden que esta medida es la única manera de tener una
libertad que en mi opinión, ni estamos preparados logísticamente, ni económicamente, ni socialmente.  

El segundo punto que veo necesario entender es: ¿Qué es un test rápido y cómo funciona?
Hay dos tipos de test rápidos en los cuales se llevan a cabo diferentes procedimientos:

1 TEST ANTIGÉNICOS: A partir de un frotis con un hisopo de las mucosas de la nariz o la boca,
se obtiene la muestra. Consiste en fijar anticuerpos específicos (en este caso contra el Covid-19)
sobre un soporte, que reaccionará con la presencia del antígeno que posee el virus en su superficie.
Si la muestra posee partículas virales, estas se quedarán fijadas al anticuerpo.
Tras esto, se añade otro anticuerpo más a la muestra que estará marcado (cromáticamente por ejemplo).
Si la reacción es positiva, este anticuerpo marcado provocará una reacción cromática que nos indica
la presencia del virus.

2 TEST SEROLÓGICOS: En este caso, la matriz con la que se trabaja es una muestra de sangre en la
cual se detectarán los anticuerpos producidos por nuestro organismo para hacer frente a la infección
vírica, por lo que es un método de detección indirecta. El funcionamiento es similar al de un test de
embarazo ya que es una prueba de inmunocromatografía. Su funcionamiento se basa en un soporte
sobre el cual se encuentran las proteínas de la cápside vírica (Covid-19), al añadir la muestra de sangre
del paciente, si su organismo ha creado anticuerpos específicos, estos se quedarán fijados a las
proteínas del virus. En concreto, los anticuerpos detectados son las IgM (inmunoglobulinas M) que son
las primeras en aparecer en la respuesta inmune de nuestro organismo. 

Las ventajas principales que presentan este tipo de test son la simplicidad y rapidez de la prueba sin
necesidad de reactivos ni equipos de diagnóstico adicionales. 

Entonces, una vez desglosados los dos tipos de test rápidos realizados y explicados, la solución parece
fácil: ¡Test rápidos masivos!

¿Qué problemas se plantean ahora, al margen de lo económico? La especificidad y la sensibilidad. 
Parece una tontería, pero no lo es. Mucha gente se plantea:
‘Pero con todo esto ¿Cómo no van a funcionar?’ Pues bienvenidos a la ciencia: Ensayo, error, ensayo,
error.

Y, ¿Qué es eso de la especificidad y la sensibilidad? 
La sensibilidad y la especificidad son dos conceptos que se utilizan en la epidemiología.
Son una herramienta de cálculo utilizada para establecer pruebas de despistaje o detección y permiten
evaluar el valor o fiabilidad de un test.
Estos dos conceptos son dependientes, es decir, la sensibilidad establece las probabilidades de obtener
un positivo en un ciudadano que porta o padece la enfermedad mientras que la especificidad que
establece la probabilidad de obtener un resultado negativo en una persona que no padece la
enfermedad. En resumen: la sensibilidad excluye la enfermedad mientras que la especificidad la afirma.

Uno de los problemas que plantean este tipo de test es su fiabilidad, ya que en estos casos es limitada.
Los test serológicos que son los más utilizados, no aportan datos reales porque no detectan contagios
recientes. Nuestro organismo tarda unos seis días en desencadenar una respuesta inmunitaria frente a
la infección, por lo que si se realiza el test en esta fase, llamada periodo subclínico (fase en la cual
comienza la aparición de lesiones anatómicas o funcionales sin la presencia de signos y síntomas en el
huésped) o periodo de incubación, el resultado sería un falso negativo. 
La sensibilidad de los test rápidos es limitada por lo que su fiabilidad no es del 100% y a gran escala
supondría un problema.
Otro problema que plantean estos test es su capacidad para detectar los anticuerpos totales, ya que
muchos no diferencian entre las IgM (las encargadas de la primera respuesta orgánica como ya hemos
dicho anteriormente) de las IgG (encargadas de las futuras respuestas defensivas del organismo si
hubiera un futuro contagio nuevamente).

Por lo tanto, en mi opinión, realizar test de forma masiva no es una solución real porque plantean
problemas como los citados anteriormente, la exposición al contagio por parte del personal (que debe
de estar entrenado y cualificado para ello) encargado de realizar las pruebas aumenta de manera
exponencial, y la responsabilidad cívica y social que tenemos en estos momentos, puede verse
afectada. Así que, vuelvo a repetir, en mi opinión, las únicas medidas reales para evitar contagios hoy
en día, es el confinamiento, la distancia social, el uso de equipos de protección individual,
la higiene personal y la responsabilidad moral de cada uno.

Por supuesto con este post no quiero decir que no sea necesario realizar test o aumentar el número de
realización de las pruebas en personal sanitario, personas de riesgo, personas sintomáticas o con contacto
directo con infectados por el virus.

Comentarios

  1. Hola Alba, gracias por la aportación.
    Una duda, los test serologicos detectan IgG, IgM o ambas?

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    Respuestas
    1. Hola Juan, como ya he dicho en el blog, hay muchos test serológicos que detectan las Ig totales sin diferenciar de IgG o IgM, aunque también es cierto que otros muchos detectan las Ig específicas que se buscan en la prueba.

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    2. Gracias Alba.
      Pero¿ cuando nos puede interesar buscar la IgG o la IgM?

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    3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    4. Para poder detectar un paciente positivo, durante el periodo clínico en fase prodrómica o clínica se buscarían las IgM, mientras que las IgG interesaría buscarlas cuando el paciente ya ha superado la enfermedad (periodo de resolución).
      Básicamente nos interesa buscar una u otra para obtener información sobre las fases de la enfermedad en las que se encuentra el paciente.

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  2. Hola, que diferencia o diferencias dirías que hay entre los test rápidos y los test PCR?.
    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Buenas Dan, la principal diferencia que presentan los test rápidos de la PCR, es que los test rápidos son Elisas (por lo tanto son dos procedimientos de diagnóstico totalmente diferentes, con técnicas y equipos muy distintos) y dentro de éstas, están los test antigénicos que son Elisas tipo sándwich y los test serológicos son Elisas de tipo indirecto, por lo que serían más fiables los test antigénicos.
      Muchas gracias por tu comentario, espero que haya sido de ayuda. Un saludo.

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